Sobre la censura y el sentido común en redes sociales
Suelo poner este ejemplo de Ricky Gervais para representar ciertos comportamientos en las redes sociales. A menudo, se hacen y dicen cosas sin pensar lo necesario.
Las redes sociales nos permiten expresarnos de una forma diferente a la forma en que lo hacemos en el mundo de los átomos. Ni decimos lo mismo ni lo decimos de la misma manera. Y a ello contribuyen en gran medida, en muchos casos, el falso anonimato (falso porque la red social puede saber quién publica qué en todo momento) que proporcionan algunas redes. Día a día podemos comprobar que lo que se dice en las redes sociales no sólo puede tener transcendencia en la propia red sino que incluso un peso legal en el caso de ser denunciado.
En Estados Unidos Caleb Clemmons fue arrestado tras anunciar en su tumblr que iba a realizar un tiroteo en el instituto Geourgia Southern. También en Estados Unidos fue detenido Dakkari Dijon McAnuff por hacer un tweet en el que decía que dispararía a alguien si recibía 100 retweets.
En Kuwait el activista Rashid Saleh al-Anzi ha sido recientemente condenado a dos años de prisión por publicar insultar al emir de Kuwait en su cuenta de twitter.
En Reino Unido John Nimmo e Isabella Sorley fueron condenados a prisión 8 y 12 semanas respectivamente por proceder insultos a usuarios de twitter utilizando varias cuentas falsas.
En China un adolescente ha sido condenado a cárcel por divulgar rumores en la red social Weibo (la red de microblogging tipo twitter que más se usa en China).
También aquí en España tenemos otro ejemplo reciente, el de Alba González que ha sido condenada por enaltecimiento del terrorismo a través de su cuenta de twitter.
Pero, ¿es tan grave publicar algo que puede agredir o perjudicar a otra persona en internet, en las redes sociales? Pues sí y no. Como reza la paradoja del árbol caído: “Si un árbol cae en medio del bosque, donde no hay nadie quien lo escuche, ¿hace ruido?”. O dicho de otra forma es grave si lo lee alguien, es tanto más grave cuanto más influyente sea la persona que realice la publicación (y mayor la posibilidad de que lo vea alguien que pueda denunciarlo). En esta dirección van por ejemplo las leyes Chinas anti-difamación que han regulado este tipo de acciones considerándolas delito si la publicación se convierte en viral, que han estipulado los legisladores que sucede cuando es compartida más de 500 veces o vista más de 5.000 veces.
¿Significa esto que no se puede decir todo lo que quieras en las redes sociales? ¿Significa que no hay libertad de expresión? Bueno, en mi opinión lo que pasa es que, como he dicho al inicio del post, la gente se comporta de forma diferente en internet. Si en la vida real es difícil ver comportamientos empáticos, más lo será en la red.
A mi juicio lo más importante es tener sentido común a la hora de publicar en internet. Crítica sí, pero sin insultos, amenazas, mentiras o cualquier otra forma de ofensa. Y esto vale para todos los usuarios, sean marcas o personas.