La especialización como síntoma de madurez del Social Media
Cada vez hay más gente dedicada a temas relacionados con el Social Media. Eso es bueno, porque puede indicar cierto crecimiento en este tipo de actividades, por lo menos hasta que no lleguemos a la saturación de profesionales. Pero también tiene cosas con las que hay que tener cuidado, se trata todavía de un joven vástago (surgido seguramente de una combinación de ramas) y es complicado que los alumnos de los diferentes cursos que hay por ancho y alto de este mundo salgan con una idea demasiado práctica en la cabeza. Por no hablar de ese afán de hacer cursos que tienen todas las instituciones que tienen algo que ver con la formación.
La profesión del Community Manager se ha convertido en la esperanza de muchas personas que ven en él una forma de volver a entrar en el mercado laboral. Una profesión no demasiado especificada, muy joven, como comentaba anteriormente. Con el tiempo he visto perfiles de todo tipo, periodistas, informáticos, escritores, profesores, gente de marketing, ade,…
Pero esto, al contrario de lo que podría parecer, no es más que una ventaja. También es una desventaja a la hora de hacer las diferentes formaciones, que sin duda representan un verdadero reto para el profesor. Del cual no solo se le requiere experiencia, sino dotes comunicativas y sobretodo mucha paciencia para entender los diferentes perfiles y poder hablar en sus diferentes idiomas (al periodista en clave de uso periodístico, al de marketing en clave venta,…). Pero es una ventaja ya que permite poder ver el fenómeno Social Media desde diferentes ojos, algo que sin duda ayudará a su madurez.
Al principio sólo se hablaba de los Community Manager, ahora empieza a consolidarse la figura del Social Media Strategist. Este último, más alejado de la actividad de las cuentas que el Community Manager. El propio Community Manager esta evolucionando por sectores. Ya no se pide un Community Manager a secas sino que se concreta sector, algo tan importante como los idiomas en los que se pueda expresar.
Otro de los temas tabú, más complicado de explicar y de entender, es el de las diferentes métricas utilizadas para la evaluación de la consecución de objetivos. Empieza a vislumbrarse la necesidad de un profesional afín al tratamiento de datos alguien que hereda características del Social Media Strategist pero que tiene alma de Business Intelligence Manager. Alguien no sólo capaz de realizar un estudio de evolución de número de followers (que sirve para poco más que para poner en el informe mensual) sino capaz de tratar los datos de actividad de nuestra red, detectar tendencias, oportunidades de negocio, que estudie a la competencia,…
Como decía en el título de la entrada todos estos síntomas hacen pensar en cierto proceso de madurez del Social Media. Aún nos falta mucho por crecer y seguramente nunca lleguemos a cumplir la mayoría de edad, pero el bebé ha empezado a caminar y seguramente necesitará ayuda para no caerse (por parte de las instituciones que realizan formación específica y por parte de los profesionales, que deben dedicar parte de su tiempo a explorar oportunidades para incorporar sus propias habilidades).
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